Las nabizas se comen habitualmente durante el invierno y se pueden preparar en una gran variedad de platos, todos exquisitos, caldo gallego, cocido, revueltos, tortilla…
Las nabizas son las hojas tiernas que aparecen después de la siembra y los grelos son los tallos y las hojas de los que saldrán las flores.
Una vez preparado el terreno para la siembra, ésta se realiza manualmente a voleo, procurando que el reparto sea uniforme y con una profundidad de 2 a 3 cm. Normalmente se realiza a partir de mediados de agosto dependiendo de la zona.
Este cultivo necesita bastante humedad, aunque sin llegar a encharcar el suelo. La época crítica de falta de agua se produce en las primeras fases de cultivo, entre los 4 o 5 días de la siembra.
Entre un mes y medio a tres meses, podremos recoger las primeras nabizas. Se cogen a mano las que ya se pueden consumir, así podemos tener varias cosechas de un mismo sembrado.
El grelo, es el brote tierno donde saldrán las flores, éste se empieza a recoger a principio de año.
Son ricos en calcio y en fibra, tienen vitaminas A, E, K y C, hierro, potasio. Además, son ricos en glucosinolatos que tienen un efecto anti-cancerígeno.