El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), también conocido por el nombre de gorgojo de las palmeras, es la amenaza de las palmeras actualmente. Este insecto es originario del Asia tropical, pero se ha propagado a África y Europa debido a la distribución a través del Mediterráneo desde la década de los ochenta.
Estos tienen la cabeza alargada con un pico largo y delgado, el cual incluye las antenas y unas mandíbulas pequeñas. Las hembras son entre un 10 y un 15% más grandes que los machos. Sus colores cuando son adultos pueden ser rojos, naranjas o negros.
Los huevos de estos son de color blanco crema, brillantes y de forma ovalada. Las larvas son también de este mismo color, pero, tienen una cabeza marrón. Las larvas totalmente desarrolladas migran a la periferia de las palmeras. Allí construyen un capullo alargado y resistente de fibras de palmera enrolladas. Tras acabar el capullo, la larva inicia un estadio de premura, su cuerpo se contrae y deja de arrastrarse.
El picudo rojo es una plaga de escarabajo letal, el cual ya ha acabado con decenas de palmeras del litoral gallego. Localidades como Carballo, Corcubión. Fisterra o Cee han tenido que tomar medidas ante esta plaga, la cual ha obligado a la tala de palmeras y replantación de ejemplares optando por especies de menor tamaño y más resistentes a la plaga.
Según explicó el profesor de jardinería de la EFA Fonteboa, Adrián García, cuando se detecta la presencia del picudo, este ya ha hecho demasiado daño a la planta. El problema es que, las hembras ponen los huevos individualmente en los tejidos tiernos, sobre todo en la base de las hojas vivas. Debido a la morfología de las palmeras, la destrucción directa o indirecta de la yema apical provoca la muerte de la planta, por lo que el picudo rojo es un insecto muy dañino.
Fuente: Koppert.es