
Aunque parezca curioso el dato, las abejas son el ser vivo más importante del planeta. Su labor es fundamental no solo por producir miel, sino por contribuir de forma inigualable a la reproducción de todas las plantas del planeta.
La biodiversidad es el proceso de interacción entre los seres vivos y el planeta, la relación entre sí y la respuesta biológica del medio ambiente hacia las especies. En este proceso la abeja tiene una función vital ya que la agricultura mundial depende de un 70% de estos insectos, es decir, 70 de cada 100 productos que usamos para alimentarnos depende exclusivamente de las abejas. Sin la polinización, las plantas no podrían reproducirse y sin plantas la fauna también desaparecería y evidentemente, los humanos también.
Hay que proteger las abejas y la organización Greenpeace propone las siguientes medidas urgentes:
- Investigación y seguimiento de la salud de las abejas.
- Prohibir inmediatamente el uso de plaguicidas tóxicos.
- Fomentar alternativas agrícolas naturales.
- Crear un sistema de áreas protegidas libres de telecomunicaciones.
Fuente:elclubdeloslibrosperdidos.org