
El otoño en Galicia es una estación que, con frecuencia, trae consigo lluvias abundantes y cielos cubiertos. Aunque para algunos puede parecer poco atractivo, un otoño húmedo en Galicia tiene numerosos beneficios que impactan positivamente tanto en el medio ambiente como en la vida cotidiana.
- Recarga de los acuíferos: Después de un verano seco, las lluvias otoñales son fundamentales para reabastecer las reservas de agua subterránea. Esto asegura un suministro adecuado de agua potable y ayuda a mantener los ríos y riachuelos en niveles saludables.
- Paisajes verdes todo el año: Galicia es conocida por su vegetación exuberante y su biodiversidad. La humedad favorece el crecimiento de plantas autóctonas, como los bosques de robles y castaños, además de las praderas que alimentan al ganado. Este verde tan característico de la región se mantiene en gran parte gracias a las lluvias otoñales.
- Setas y frutos del bosque: El otoño húmedo es perfecto para la proliferación de setas, que son un manjar muy apreciado en la gastronomía gallega. Además, los bosques producen castañas, moras y otros frutos del bosque que enriquecen la dieta y fomentan la actividad de recolección, una tradición muy arraigada en la cultura local.
- Protección contra incendios: Las precipitaciones ayudan a reducir significativamente el riesgo de incendios forestales, que suelen ser una preocupación en Galicia durante los meses más secos. Un otoño con lluvia disminuye la acumulación de material seco y, por tanto, el riesgo de incendios.
- Vitalidad para el agro gallego: Para los agricultores, la humedad es esencial para preparar la tierra para los cultivos de invierno y primavera. Además, las lluvias contribuyen a que los pastos sigan produciendo alimento para el ganado, lo que favorece la actividad ganadera, clave en la economía gallega.
Un otoño húmedo, aunque a veces incómodo, es sin duda un regalo para Galicia y su gente. La naturaleza florece, la tierra se nutre y se asegura la riqueza natural que define esta tierra mágica.