
Agosto es uno de los meses más exigentes para el césped. Altas temperaturas, más pisoteo, menos lluvias… Pero con los cuidados adecuados, tu césped puede seguir luciendo fuerte y saludable.
- Riego profundo, no frecuente
Evita regar todos los días. Es mejor regar en profundidad 2-3 veces por semana, temprano por la mañana o al atardecer, para evitar la evaporación. Así las raíces crecen hacia abajo y el césped resiste mejor el calor. - Corte alto, no al ras
En verano, deja el césped un poco más alto (entre 5 y 7 cm). Eso protege el suelo del sol y retiene mejor la humedad. Cortar demasiado bajo lo debilita y lo deja vulnerable. - Abono con precaución
Si vas a fertilizar, usa abonos suaves o específicos de verano. No abones justo antes de una ola de calor ni en las horas más calurosas: puede «quemar» el césped. - Evita el estrés
Evita pisar demasiado el césped si está seco o amarillento. Si hay zonas dañadas, protégelas hasta que se recuperen. No siembres ni resiembres en pleno agosto. - Retira restos y controla plagas
Hojas secas, ramas o restos de siega deben retirarse para que no asfixien el césped. Y ojo con plagas como hongos o gusanos, que proliferan con el calor y la humedad.